24 de des. 2012

Crítica a Adam resucitado

[Publicada a Tu peli (10/2012)]

Puntuació: 

Paul Schrader tiene una filmografía tan interesante como irregular, y Adam resucitado es una muestra más de ello, película llena de atrevimiento y búsqueda de lo trascendental que puede gustar o no, pero esquiva a toda costa el abismo de la indiferencia. El otrora guionista de Taxi Driver o Toro Salvaje (Martin Scorsese, 1976 i 1980) se pone una vez más detrás de las cámaras para dirigir un atípico drama que compagina la tragedia de los campos de concentración nazis con una historia más actual, secuelas y cicatrices de aquel episodio traumático. En él, Jeff Goldblum encarna a un director circense en la Alemania de los años cuarenta que, junto con su familia, es apresado por los nazis. Éste será, entonces, el encargado de entretener a un general nazi (Willem Dafoe) en una humillante y demencial situación de la que dependerá su vida.

Mira por el retrovisor Schrader para relatar unos hechos mil veces contados desde una óptica que de tan original es casi inverosímil, y que habla de desdicha y redención con una peculiar retórica. No caben en Adam resucitado el comportamiento racional y el pensamiento lógico, todo es desagradable, anormal y pérfido, y pretende transmitir horror con lenguaje propio obviando sus aptitudes dramáticas y relegándolas a la Historia per se, algo a lo que por desgracia, culpa de la continua reiteración, es fácil que deje frío. El director prefiere aquí inclinarse hacia lo retorcido, proyectando situaciones que extrañan más que conmueven, escudándose en la idea del trauma como algo grotesco y olivándose de traumatizar también al espectador, al que sólo así podría justificar la sarta de imágenes a menudo ridículas que expone. Hombres y niños can, fuegos fatuos, Adanes y demás simbología religiosa pretende, por otro lado, dotar de profundidad y sentido metafórico a la obra, pero no; nada de eso maquilla una película que aspira más que consigue y transmite mucho menos de lo que quisiera, sólo histrionismo y la certeza de siempre: el nazismo ha sido lo más cerca que ha estado la humanidad del infierno en la Tierra. Fuera de eso todo es más ruido que nueces y la entregada actuación de un Jeff Goldblum irreprochable.

Así es que Adam resucitado prosigue la estela de Un lugar donde quedarse (Paolo Sorrentino, 2010) –aun siendo anterior a ésta– para desmarcarse del habitual retrato del nazismo o postnazismo, tan crudo y tan racional, adentrándose en los pantanosos terrenos de lo onírico, surreal, o simplemente irreverente, y perdiéndose en ellos, atrapado e incapaz de emocionar.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada