26 de nov. 2012

Crítica a Si de verdad quieres...

 [Publicada a Tu peli (10/2012)]

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Siempre es positivo que un cine a menudo tan restrictivo como el de las grandes productoras de Hollywood centre sus focos en temas menos explorados, a veces por supuestamente incorrectos, a veces por poco atractivos, etc., como en este caso el amor y el sexo en la tercera edad, periodo vital que, por pudor o incomodidad, difícilmente se relaciona con lo erótico. Si de verdad quieres… asalta este tema de pleno, y lo hace con un segurísimo paracaídas llamado Meryl Streep y un enorme colchón llamado Tommy Lee Jones. Todo un dúo dinámico que asegura casi cualquier jugada, más aún cuando ésta, aunque atípica, se respalda en un guión calculado para la aceptación general, entre lo entrañable y lo ligeramente picaresco.

19 de nov. 2012

Crítica a Contrarreloj

[Publicada a Tu peli (09/2012)]

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A nadie le pasa por alto que Nicolas Cage no está en su mejor momento de forma, y en Contrarreloj se confirma esta tendencia, que si bien parece que no afecta demasiado a su condición de celebridad a quien los encargos nunca le escasean, sí que se deja ver en la calidad de sus últimas actuaciones. Ya sea versión Motorista Fantasma o caballero En tiempo de brujas, lo cierto es que Cage se ha dedicado últimamente a lo menos atractivo del hit parade hollywoodiense, dividiendo al personal entre quienes lo consideran un actor malogrado y quienes por el contrario lo ven más bien sobrevalorado. Bien distinto es el caso de Simon West, realizador especializado en la acción más bien impersonal de la talla de Lara Croft: Tomb Raider (2001) o The Mechanic (2011) que sin embargo sí que ha sido recientemente valorado por sus Mercenarios 2, película que festeja la acción por la acción con la pirotecnia más pasada de vueltas, y hasta cierto punto autoparódica, de los últimos tiempos.

14 de nov. 2012

Sitges, día 2: Insensibles, pirados, puñetazos y sexo malo

[Publicat a Tu peli (20/03/2012)]

Este segundo día del Festival de Sitges comenzaba pronto, muy pronto. Eran las ocho de la mañana y ya estaba haciendo cola para ver la primera película de la jornada, a la que la verdad entraba con pocas expectativas. Se trataba del film Insensibles, relato de terror con guerra de trasfondo que se me antojaba a reedición de películas hacia las que no siento ninguna debilidad como El laberinto del fauno (Guillermo del Toro, 2006) o la desastrosilla Intrusos en Manasés (Juan Carlos Claver, 2008), que tuve el placer de visionar cuatro años atrás también en Sitges. El caso es que, quizás por culpa de las expectativas, la película de Juan Carlos Medina ha sido para mí una grata sorpresa, buen desayuno para empezar el día. Insensibles es un relato a dos tiempos que compagina la Guerra civil española e inicios de la dictadura franquista con la actualidad, enlazándolo con una trama médica de enfermedades inexplicables y terapias más que discutibles. Unos niños incapaces de sentir dolor son internados en una clínica en la que crecerán, y que más adelante devendrá el centro neurálgico de la acción. El principal logro de este film, a diferencia de tantos otros y de los anteriormente mencionados, es que consigue crear historias paralelas con fuerza propia, que no se necesitan la una a la otra para ser interesantes y tener fuerza. Tanto el relato histórico como el actual conmueven, dejan poso gracias precisamente a su independencia, culminando con clímax para mi gusto demasiado peliculero pero aun así bien logrado que se nos antoja una Incendies (Denis Villeneuve, 2010) pasada de vueltas al más puro estilo Sitges. Muy estimable, en todo caso, la ópera prima del director catalán.

13 de nov. 2012

Sitges, día 1: Cadáveres y mafiosos

[Publicat a Tu peli (10/2012)]

El ambiente mañanero era hoy en Sitges distinto a lo que se suele ver aquí; caras inocentes y angelicales inundaban la entrada de un Auditorio en el que suele haber de todo menos caras inocentes y angelicales, y mucho menos a las nueve de la mañana. Ello se debía a que el festival habría sus puertas primero a los niños que venían de varios colegios para ver la película de animación japonesa After School Midnighters (Hitoshi Takekiyo, 2012), que forma parte de la sección Sitges Family y que por las caras de los pequeños espectadores a la salida parecía que había gustado. Mientras tanto, yo empezaba mi Sitges particular con el corazón partido ante la imposibilidad de ver todas las películas que el primer día ofrecía, pero éste es un festival de infinitos títulos y más vale asumir de buen principio que no se podrán ver todos.

12 de nov. 2012

Crítica a A Roma con amor

[Publicada a Tu peli (09/2012)]

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Las películas de Woody Allen siempre se han definido por su libertad textual, de guiones dinámicos y dialéctica perspicaz que excusan tramas a menudo simples y a menudo reiterativas. El tiempo de dormilones, repúblicas bananeras e incógnitas sexuales ha pasado, también el de historias sencillas que devenían extraordinarias porque el Allen inspirado seducía al espectador embriagándole con su peculiar humor, con el que bombardea cual rapero desatado todos los diálogos del metraje. Y es que como todo artista, Allen ha pasado por varias épocas, y la actual se adivina la más floja, quizás porque el director se ha relajado en demasiados aspectos, quizás porque, en tanto que figura consolidada, ya no tiene la necesidad de demostrar constantemente su ingenio, quizás porque Allen, como cualquier creador, ha perdido la frescura en sus trazos. 

4 de nov. 2012

Crítica a Holmes & Watson. Madrid Days

[Publicada a Tu peli (09/2012)]

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El cine de José Luis Garci es conocido por, entre otras cosas, su conservadurismo formal, estéticamente clásico y argumentalmente debido, a menudo, a textos novelados de corte costumbrista y terrenal, lejos de lo fantasioso o alucinado. Desde Volver a empezar (1982) hasta Sangre de mayo (2008), pasando por El abuelo (1998) o Ninette (2005), todas las obras de Garci se definen por ello, y así lo hace también Holmes & Watson Madrid Days, nuevo trabajo que sigue esa estela y que aunque flirtea mucho más con la ficción pura y se permite destellos de imaginería e irrealidad, nunca deja de tener los pies en el suelo.