[Publicat a TuPeli (11/2012)]
Scott Derrickson estrena esta semana su cuarta película, Sinister,
después de haber pasado por Sitges con una notable acogida. Volvía un
film suyo al Festival seis años después de presentar la interesante El exorcismo de Emily Rose,
y tuvimos la oportunidad de hablar con él para que nos contara algo más
sobre el film y su realización. Café en mano y bien acomodado en el
sofá del hotel, respondía a nuestras preguntas.
¿Podrías explicarnos qué influencias tuvo a la hora de escribir Sinister? Vemos en ella ecos de The Ring (Hideo Nakata, 1998) o El resplandor (Stanley Kubrick, 1980).
De hecho con The Ring es como empezó la película; cuando Roger
Cargill, mi coguionista, fue al cine a verla, esa misma noche tuvo una
pesadilla en la que se encontraba, en su desván, una caja llena de Super
8, y en ella aparecía la que después sería la primera escena de
Sinister. También, efectivamente, estaba El resplandor, con ese
componente familiar, el proceso hacia la locura y el añadido paranormal.
Aparte de éstos, que son los más evidentes, hay otros films en los que
me fijé, como Hunter (1986), de Michael Mann, película de la
que estoy enamorado y que vi muchas veces mientras escribía la película.
También me influenció Impacto (1981), de Brian de Palma, que trata un tema parecido, o Klute (Alan J. Pakula, 1971), por sus aspectos visuales y la fotografía de Gordon Willis. Por último, también citaría Al final de la escalera (Peter Medak, 1980), por contar una historia de fantasmas desde una óptica más emocional.
En tus películas, ya sea en El exorcismo de Emily Rose,
o en la misma Sinister, mezclas el horror con la familia, quizás porque
es algo con lo que es fácil empatizar por parte del público.
En los últimos treinta años los films de terror más populares han sido los slashers con adolescentes pasando miedo pero nada abocados a la vertiente emocional. Puedo decir que el primer Halloween (1978) de Carpenter me gusta, por ejemplo, pero ninguna de ellas me gusta tanto como me gusta El exorcista (William Friedkin, 1973), El resplandor, La profecía (Richard Donner, 1976) o hasta El ofanato
(J. A. Bayona, 2007). En films como éstos sí que hay relaciones reales,
a veces madre e hijo, como en The Ring, a veces matrimoniales… Lo que
me interesa son esas relaciones, esa intimidad doméstica, mucho más que
adolescentes de fiesta. Creo que la meta de un buen director tiene que
ser el conseguir una película que, aun sacándole todos los componentes
de terror, resulte interesante, un buen film, y en el caso de las
slashers si le quitas el terror queda algo terrible. Yo trato de dotar a
mis películas de algo más; creo que El exorcismo de Emily Rose es una
notable historia de juicios, y Sinister lo es sobre el matrimonio, su
solidez, hasta qué punto la ambición puede ponerlo en peligro… Éste es
el tipo de cine de terror que me gusta, y lo que intento hacer.
En tu equipo de rodaje se mezclan gente con mucha experiencia
en el cine como Ethan Hawke o Chris Norr en la fotografía con noveles
como Juliet Rylance o C. Robert Cargill en el guión. ¿Qué aporta eso a
tu película?
De la gente con menos recorrido obtienes frescura y entusiasmo,
aunque tanto Juliet Rylance como Robert Cargill ya sabían cómo
funcionaba todo. De Robert Cargill había leído una novela que me
encantó, así que sabía lo buen escritor que era, y a Juliet Rylance no
la conocía pero fue Ethan Hawke, que la había visto en Broadway, quien
me comentó que era una actriz increíble. Ellos se conocían
personalmente, y tenían mucha conexión y admiración mutua, así que
después de verla en el casting pensé que sería fantástico contar con
ella junto con Ethan. Para Juliet sí era la primera vez que hacía cine, y
aportó una energía y entusiasmo del que Ethan se contagió, de la misma
forma que Robert Cargill me contagió a mí. Se creó una dinámica muy
positiva en todo el equipo.
Sin embargo, esta es la primera película de terror que rueda
Ethan Hawke. ¿Qué hizo para convencerlo, cómo fue dirigirlo en su
primera experiencia con el género?
En realidad él ni ve cine de terror ni le gusta demasiado el género,
así que no fue fácil persuadirlo. Lo que le dije, que creó que le
convenció, es que los films de terror tratan la más fuerte emoción
humana, como es el miedo. Esta película trata sobre diferentes miedos, a
lo desconocido pero también a no llegar a donde uno ambiciona, a perder
a alguien querido… Tenía el temor de pasarlo mal durante el rodaje, de
que el proceso pudiera perturbarle, pero le comenté que eso era sólo de
puertas para fuera, que por dentro era algo divertido. De hecho, durante
el rodaje de una de las escenas, en la que él se dirige hacia una caja,
le indicamos cómo tenía que acercarse y qué tenía que hacer, cómo debía
darse la vuelta, etc., y él dijo «¡Oh, ahora lo pillo, el terror es
como la comedia! ¡Todo se basa en los tempos!». Y es cierto, hacer una
buena escena de terror es como contar un buen chiste.
Tu película la protagoniza un escritor ¿Por qué crees que este oficio funciona tan bien en el cine de terror?
Creo que es porque suelen ser escritores de misterio, de asuntos
oscuros, y tienen mucha imaginación, lo cual ayuda al público a creer en
alguien cercano a la locura. Además, hay otra razón, mucho más
práctica, como es el presupuesto; si escoges hacer una película de
terror protagonizada por un escritor tienes excusa para rodar buena
parte del film en escenarios muy concretos, cerrados, como un estudio,
una habitación o un hotel vacío en invierno. En el caso de Sinister, sin
embargo, que el protagonista sea escritor no tiene tanta relevancia
como por ejemplo en El resplandor; aquí es más bien alguien que
desencadena la trama investigando, el instigador de los acontecimientos
más que el responsable de éstos.
¿Y te ha pasado alguna vez, como al protagonista, que pierdas la inspiración, que necesites encontrar a tu musa?
Sí que he pasado momentos de bloqueo, pero nunca he dejado de tener
planes ni he experimentado esa incapacidad para escribir o crear.
En Sinister vemos proyectadas varias películas en Super 8 ¿Cómo planeó su rodaje?
Primero de todo las escribí para luego rodarlas de forma muy
metódica. En realidad fue lo primero que rodamos. Quería tenerlas a
punto antes de empezar con el resto del film, acabadas como películas
individuales para enseñárselas a Ethan Hawke y ver su reacción. Antes de
eso, sin embargo, empecé buscando una música que encajase, canciones
extrañas que se fusionaran bien con las imágenes y que de hecho
escuchábamos a la vez que rodábamos con Super 8, por eso imagen y música
casan tan bien. Esa fue, seguramente, la parte más satisfactoria desde
el punto de vista autoral.
¿Podrías explicarnos un poco sobre el diseño de Mr. Boogie?
Cuando acabé de escribir aun no tenía ni idea de cómo sería mi
Boogeyman, y tampoco sabía por dónde empezar, así que me puse a buscar
por internet páginas de fotos e ilustraciones de terror. Pasé una semana
viendo imágenes que me inspiraran y me sirvieran de referencia, y
cuando tuve una selección le enseñé a Cargill. Él me señaló una imagen
que, vista por segunda vez, me pareció mucho más terrorífica, así que
compramos los derechos a su autor y le pasé al departamento artístico
para que confeccionaran ese mismo Boogeyman.
¿Qué crees que se requiere para aterrar al público?
Es mucho más efectivo prolongar la sensación de amenaza, de que algo
malo va a pasar, que el hecho de que pase en sí. Todo el mundo puede
asustar, pero crear una larga angustia, meterse dentro de la piel del
público para luego dejarlo en estado de shock es un reto.
Específicamente, creo que el temor a la muerte y a lo desconocido son
las dos principales categorías del género, y de hecho todo el cine
slasher y gore se basa en miedo hacia la muerte, y el cine de fantasmas,
espíritus, etcétera, en el miedo hacia lo desconocido.
¿Qué nos puede contar de sus nuevos proyectos? Tengo
entendido que está trabajando en un remake de una película de terror
holandesa, Zwart water (Elbert van Strien, 2010).
Sí, ya he escrito el guión y está pensado para Charlize Theron, aunque ella de momento está ocupada con la nueva entrega de Mad Max,
por lo que aún no hemos empezado. Pero bueno, como a ella le gustó el
guión y a mí me gusta ella, cuando podamos nos pondremos manos a la
obra. Por otro lado, a principios de 2013 se estrenará Devil’s Knot, que dirige Atom Egoyan y que yo he coescrito.
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